¡Buenos días
maleter@s!
Pues aquí estoy
una semana más para contaros las novedades que me van presentado y que además
me parece que os pueden interesar.
Ya habéis visto
que el finde he estado algo desconectada, cuando me toca escapada a mi sur,
pues suelto móvil, portátil y de todo (sí, lo se, parece imposible que yo
suelte el móvil, pero oye, ocurre eh jajaja), pero a lo que iba, antes de este
finde de escapada pude volver a compartir una tarde por la consulta de la Dra.
Flores que la podéis encontrar en la calle
Joaquín Costa nº8.
Esta vez se trajo
desde la capi al doctor pionero en esta técnica, el Dr. Chicon de la clínica
Salutae, para que nos explicara de primera mano en qué consiste la técnica y
sus resultados, y la verdad, que lo hizo tan llano que algo que a priori parece
complicadísimo, se entendió a las mil maravillas.
No os voy a
engañar, no llego a los 30 y por más que digan de la opción de optar por la
prevención, creo que para mi no es el momento de entrar en estas técnicas, pero
si es cierto, que por ejemplo mi madre que está barajando varias opciones,
entre ellas el bótox/ácido hialurónico... está casi convencida por esta
técnica. No es nada invasiva y encima es duradera.
Personalmente lo
que más me gustó es que los hilos tensan, y por tanto nunca podrán ir más allá
de tu propia piel, es decir, que siempre seguirás siendo tu y no un muñequito
de cera con piel de 20 teniendo 60... Se ve que ya no eres una quinceañera,
pero se te ve con una piel estupenda y sobre todo, nada descolgada, que tras la
menopausia es una de las cosas que más se notan.
Desde luego tiene
que ser el Doctor quien te haga el estudio, y te aconseje actuar de una u otra
forma, o incluso dentro de los hilos, elegir unos u otros. ¡Ah! y algo que me
llamó un montón la atención, resulta que los hilos no son sólo para la cara,
sino que esta técnica se puede usar en todo el cuerpo para levantar el tejido,
desde el pecho (siempre y cuando cumpla las condiciones ideales), hasta el
culete, por ejemplo. Vamos que es bastante completo.
De los resultados
he optado por mostraros esta, que es el antes y el después (recién realizado el
tratamiento) porque creo que se ve de lujo. Aquí no se aprecia pero a duras
penas tenía unas marquitas rojas por donde entraron las agujas. Y el resultado,
pues es evidente. Ya veis que ha recuperado la forma de la cara, que la
mandíbula esta perfectamente marcada, los pómulos y esa arruga fea que muchas
tenemos (si, esa si la tengo ya) rodeándonos la boca, yendo desde la nariz
hasta el borde de la barbilla, le ha desaparecido casi por completo.
Se sigue viendo
que la señora ya tiene unos años, como debe ser, pero su imagen esta realmente
mejorada. Eso es justo lo que más me convenció. ¡ah! y el precio, que para ser
más duradero que otras técnicas, es más barato, y oye todo suma.
Aunque por
supuesto una de las cosas que hay que tener claras es que esto es MEDICINA
estética, es decir, que hay que ponerse en manos de un verdadero especialista,
de un médico, que velará por nuestra salud en todo momento. Un supuesto chollo
puede resultar el mayor desastre de nuestra vida.
Ya os iré
contando si al final se decide mi madre o no, pero mientras os deseo una feliz
semana.
¡El jueves nos
leemos!
¡Un besico
maleter@s!
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