De escapada por Albarracín

Hace unos días, buuuueno vale, quizá semanas...voy con algo de retraso en esto de contaros las cositas que hago, y esperad, que las vacaciones de verano van a acabar en las del siguiente año. Bueno, a lo que iba, que hace X tiempo, cogimos el coche y decidimos hacer algo de turismo por la provincia de Teruel.

Esta vez el pueblo elegido fue Albarracín.

Hacía siglos que no iba, bueno tantos que yo creo que a penas levantaba un palmo del suelo la última vez que fui.... Así que imaginaros si hace años.

Pero aun así tenía el recuerdo de que era un pueblo ideal. De esos llenos de encanto. 

Y no me equivocaba.

Todo el pueblo está lleno de rincones con encanto. Es verdad que casi, casi hay que estar en forma para recorrerlo entero porque telita.... ¡Qué cuestas!

  

Desde su plaza, a cualquier calle del pueblo tienen ese encanto de pueblo empedrado y casi anclado en el tiempo. En este caso además fuimos entre semana y jo si se nota.... Si os digo que estabamos solos, no exagero. De hecho, costó hasta encontrar un sitio donde comer, porque hasta los que nos recomendaron desde la gasolinera de la entrada estaban cerrados. Y es que por lo visto el pueblo revive el fin de semana, pero de lunes a viernes es un remanso de paz.

Y la verdad que viendo donde está ubicado... ¡¡asi es!!

En definitiva, cuesta un poquito llegar hasta él pero es un pueblo que merece, y mucho, la pena. Precioso. Y si ya tenéis la suerte de que os salga un día así de soleado... Aun podreís disfrutarlo más y siendo otoño está todavía más bonito.

¿Lo conocéis?

¡¡Un besico maleter@s!!