Éxiste el mito de que hay varios tipos de
orgasmo, es más seguro que lo habéis leido por ahí e incluso visto en televisión. Concretamente se habla de dos y que acaban poniendo a las mujeres en sendos grupos;
mujeres vaginales y mujeres clitorianas, según como logren llegar al orgasmo.
¿ Por qué lo catalogo como un mito? Os lo explico a continuación con dos sencillos puntos:
En primer lugar: el orgasmo es una respuesta, es
decir, todo lo que ocurre en nuestro cuerpo a nivel neurológico y fisiológico es
exactamente igual, independientemente de qué estimulemos para llegar a él. Es completamente indiferente si hay penetración vaginal, anal, si acariciamos el clítoris, el pecho o
simplemente fantaseamos o soñamos, si estamos suficientemente excitadas, llegaremos al orgasmo
con una respuesta exactamente igual de nuestro cuerpo. Es decir, solamente
hay un orgasmo.
Y por otro lado, no podemos dividir
a las mujeres en vaginales y clitorianas, porque eso que llamamos orgasmo
vaginal, también es clitorial. Esto lo entenderéis mejor en unos días cuando os suba un artículo sobre el clitoris, pero en resumen y con la foto que os pongo podéis ver que
el clítoris no es solo ese pequeño pedazo de carne que podemos ver entre los
labios, sino que tiene unas largas raíces, llenas de terminaciones nerviosas,
que también rodean la entrada de la vagina y el conducto uretral. Esto hace que
el primer tercio de la vagina y lo que generalmente se llama Punto G, sea la única parte con terminaciones
nerviosas suficientes.
¡El 95% de las mujeres se consideran clitorianas!
El otro 5% también lo es...
Pero estas distinciones no solo se hacen por
etiquetar a las mujeres, se hacen porque hay una queja detrás. Mujeres que
quieren tener un orgasmo con la penetración y se sienten frustradas. Se ponen el
nombre de clitorianas como si fuese una tara de fábrica.
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