viernes, 2 de julio de 2010

Y ahora ¿qué?

Me pilláis en uno de esos días en los que todo está del revés, trabajo, futuro, vida....TODO, por no hablar de que estoy a punto de morir de calor... Hace años que no estoy en mi ciudad a estas alturas, siempre pongo tierra de por medio y no paso nada de calor... Hace un año estaba celebrando el día de Canada en Toronto y con una chaquetita puesta...
Y es justo ahí donde quería llegar, ayer hablé con un amigo mexicano de este estupendo tiempo en Toronto, sólo pretendía que me echara una mano para un par de platos mexicanos para mañana (juega España, y el menú debe estar a la altura). Pues no se muy bien cómo la cosa fue subiendo el tono...

Me recordó un pequeño encuentro que tuvimos ahí... Pero supo describir como nadie lo había pasado, cómo lo vio él y cómo lo sintió.
!Impresionante! Los hombres sienten, recuerdan y son capaces de ser sensuales sin ser sexuales y por supuesto sin ser algo fuera de tono...

Me pareció mentira que lo recordara así...realmente casí mejor que yo. Empezó recordándome como me agarró (no usó "coger" porque en mexico tiene una connotación algo diferente aquí :D) en una de las noches de fiesta latina... Me enseñó a bailar merengue, acercándose cada vez más a mi, nunca había bailado así con nadie, y mira que no soy de las tímidas en la pista de baile (claro, para que engañarnos, con un par de copas, porque sino, soy la que está escondida en algún rincón).

Le sentía respirar en mi cuello, me susurraba al oido, ni siquiera sabía el qué, estaba sintiendo tanto con un simple baile que no era capaz ni de escucharlo... Sentía sus latidos al ritmo de los míos, y os aseguro que no era precisamente un ritmo lento...
Cada vez estaba más excitada, y él lo sabia. Me estaba seduciendo con un baile, teniéndolo cerca, acariciándome desde la mano, a todo mi cuerpo... Me agarró de la cintura, con firmeza, pero al mismo tiempo acariciándome, sintiendo su mano recorrer mi cintura, mi cadera, y cada vez más abajo... En otra ocasión en ese mismo momento me habría separado...pero ese día sólo podía pensar en que quería más.

Creo que debió leerme la mente, o entender las señales que mi cuerpo le enviaba, porque se acercó más, y eso que me parecia imposible estar aún más cerca de él. Y fue entonces cuando le sentí, cuando sentí que estaba tan excitado como yo, su cuerpo me lo dijo...

La verdad es que no recordaba la cantidad de gente que tenía alrededor... No me importaba, era mi momento, y el resto del mundo me daba igual. El baile acabó, pero supo sacarme de ahí, sin que nadie se diera cuenta...Me llevo a una zona muy tranquila, cerca del lago. Me acarició la cara, el cuello y me beso con con tal dulzura que jamas olvidaré esa sensación.

Me recorrió el cuerpo con sus manos, supo encontrar hasta el último rincón de él. Desde que me tumbó sólo estaba deseando que me besara, que me hicera completamente suya... Pero tenía una sorpresa para mi, me llevó a uno de los mejores hoteles de Toronto, donde podiamos ver toda la ciudad desde el gran ventanal de la habitación...Aunque tengo que admitir que hasta la siguiente mañana poco vimos....

Y ahora ¿qué? Después de recordar esta noche de una manera espectacular (os lo puedo asegurar...)qué me toca hacer, ¿seguir pensando en ello?.

Chicas, si me lo permitis... No dejéis pasar las oportunidades que luego nos arrepentimos y vivimos de recuerdos, geniales, pero recuerdos...

¿No os parece?

Un beso a todas

2 comentarios:

  1. Es verdad tienes roda la razón.

    Me ha encantado como has descrito las sensaciones, muchos besicos guapetona.

    www.vogueras.blogspot.com

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  2. Que bonita historia, y que bonita foto al despertar, los rayos de sol entrando por ese gran ventanal y la belleza de la vista para fotografíar, la visión de Toronto tras la ventana y en primer plano una cama con dos cuerpos desnudos abrazados y semienvueltos por las sábanas blancas.
    Y por cierto los hombres podemos ser muy sencuales, solo que no siempre sacamos a la luz ese plano, besicos baturros

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